sábado, 14 de septiembre de 2013

06/03/1992 DE MIS SOLEDADES

Para ignorar mi existencia
encendí un pucho con la llama de mi alma.
El humo inundó mi cuarto de azules y grices.
La poesía de un rayito de sol
se escapó de entre las cortinas oscuras
para acariciar un jazmín marchito
preso en un vaso con agua en mi mesita de luz
Mi cabeza inundada de palabras y recuerdos...
La soledad me besa en la boca
sin lastimar, sin aturdir...
Hoy este cuarto sombrío no me mata.
me proteje de tus manos:
estúpida presencia inevitable.
Mi cuerpo descansa, no hay dolor ni fatiga.
Solo el extraño sonido del silencio
acuna a mi cabeza atormentada...

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